domingo, 31 de enero de 2010

Nada como viajar por el mundo...


La verdad es que no hay nada como viajar por el mundo, explorar lugares maravillosos, tener experiencias nuevas, conocer gente interesante, disfrutar de la naturaleza... y como no, disfrutar de su gastronomía, mercados, panaderías, restaurantes, puertos pesqueros y mercadillos callejeros; a mí, la verdad es que es una de las cosas que más me gusta de cuando viajo. Creo que interesarte y, aprender de la gastronomía de un sitio es la mejor manera de averiguar como se vive y cuales son las costumbres de las personas que allí viven; durante estos años he tenido la suerte de poder viajar un poco y disfrutar de algunos momentos muy buenos, y espero seguir haciéndolo durante mucho tiempo más compartiéndolo con la famili...
Os dejo con algunas fotos que he rescatado del baúl de los recuerdos, momentos diferentes, sabores nuevos, texturas desconocidas y más de una sorpresa, espero que os gusten...

¿Esto que es? ¿ Que os parece? Bueno nada mas llegar a Zakopane en Polonia vimos en las calles tenderetes que vendían estos productos, muy bueno, yo con mi hambre matutina dispuse a almorzar y pensé en comprar alguno de estos bollitos que además los tenían calentitos en algunos de los puestos, total que me compre unos cuantos y cual fue mi sorpresa que descubrí que eran ¡QUESOS DE CABRA! Si, de muchas formas y sabores, la verdad una sorpresa muy agradable, pero me faltaba un poquito de pan.

Tiburón, tiburón, tiburón...


Pez espada, pescadito fresco en el Algarbe de Portugal, donde se puede comer pescado muy, muy fresco, y disfrutar de algunas playas increíbles, llegamos por casualidad y nos quedamos una temporadita, es un lugar increíble sobre todo la zona de Aljezur, os lo recomiendo.


Rilletes (Un tipo de paté casero de carne) lo encontré en un mercadillo de London, me hizo gracia por que un antiguo jefe era un enamorado de este paté.

Pastas caseras de Cracovia, increíblemente artesanas estas pastas estaban además de muy bien hechas, muy sutiles y agradables, y lo que más me sorprendió fue el precio 4 € el kilo, esto en España ni te cuento, imaginaros como nos pusimos.
Pato laqueado en Chinatown en Londres, una verdadera delicia, aquí descubrí que la comida china no son tallarines tres delicias ni rollitos de primavera, no se de donde se han sacado los chinos españoles esa comida, en fin que disfrutamos como enanos.

Espero que os haya gustado y os haya hecho salivar un poquito...

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